EL ESPACIO CRANEO (habitar mi cabeza)
Sobre la obra de Nancy Gewolb
por Klaudia Kemper y Víctor Hugo Bravo
 
HABITAR MI CABEZA

La emoción sobrecoge la retórica del discurso cuando ésta recupera el estatuto de veracidad al tamizar desde los sentidos y el percepto las operaciones del problema visual.
La obra de N.Gewölb desprende genéticamente una atmósfera ilimitadamente expresiva, centrada en el vaivén dialéctico del arte en el sitio de las formas abiertas, espacio de lo orgánico constituido en la reflexión hemorrágica de contenidos e ideas en desborde constante. Es justamente el material excedente con el que N.G. ejecuta, entrando en la misma metáfora de sus personajes tortuosos, las resignificaciones de las ¨cosas¨ trasfigurando objetos del cotidiano para modificarlos a los deseos de su ambivalencia cultural, podríamos decir que su inicio y su destino transitan en los márgenes constantes del paria, haciendo una ecuación subjetiva de su palabra y la palabra hecha músculo y hueso. La que circula en los bordes, en la periferia de la aceptación al interior del sistema plástico.
Ella no está en el centro, su obra agrede el centro estratégicamente, paradigmáticamente desde flancos ¨expuestos¨ exhibidos a la crítica y la represión tangencial de los que resienten la filosa hoja de sus especulaciones visuales.

El Imperativo Opresor

  La obra de N.G. se estructura a partir de ordenamientos y sucesiones emocionales que se desprenden de una referencia autobiográfica asentada en su carácter particular de intimidad, concatenando experiencias de vida en su formación policultural y referencias contingentes instaladas en los sistemas políticos imperantes con sus connotaciones en las diferentes formas de poder, ordenación y opresión sociocultural.
Desde esta perspectiva y dinámica de operar los lenguajes, la obra logra por el contrario, distanciarse de un espacio contingente , para lograr ingresar en su producción una carga de contenidos emocionales (subjetivos) que canalizan desde una mirada intimista una dimensión amplia de acontecimientos personales acotados a su historia privada - mundo interno- los cuales son extrapolados por medio de los ejercicios semánticos que ella propone como mecanismos de re-creación a la constitución, paradojalmente a modo de una carta fundamental, de un lenguaje universal. Molde aplicativo en términos genéricos a las grandes cuestiones pertinentes al ser humano y su trabadura social.
Estas operaciones semánticas traducen desde experiencias de infancia, donde ciertas estructuras sociales (educación, familia, religión, política etc.) determinan y referencian un hacer marcado en la dualidad conjetural opresor-oprimido, generando en su tránsito como artista visual una constante reposición en obra de estas experiencias vitales.
La atadura de su mano izquierda obligando a ejercitar la derecha, el tránsito por sistemas políticos totalitarios, .... han generado, expoliado una serie de propuestas plásticas que denotan el conflicto de choque, la disconformidad de planos con un modus operandi más tradicional que sobrepasa sus estatutos emocionales, percepción y recepción que ella encuentra en el sistema artístico cohabitante.
Esta ligazón de sucesos vívidos atraviesan su obra y proyectan una complejidad critica a los sistemas de poder desbordando en la estructura sociológica las diferencias y universalidades culturales, éstas no solo contingentes sino lingüísticas depurando y descolocando sus primeras experiencias plásticas a una necesidad obligada de desplazamiento al espacio arquitectónico.
Surge desde una necesidad comunicante más que de una utilización medial de un sistema operante.
El espacio físico se sitúa como contenedor de un territorio mental, desparramando ideas y formas a la manera de una cabeza que cae y rueda, conteniendo su propio caos de lugar.
Esta idea de ocupación del espacio permite construir al margen de la oficialidad de los lenguajes, estableciendo los sistemas rectores en un desplace de las ideas a su apronte mental, la obra se maquetea acotando distancias con la idea original, pero no termina con la significación del producto si no que ahí comienza su recorrido de existencia en interacción de mandato, que la artista establece en los códigos verbales del imperativo, proponiendo una orden y una acción, obligando al espectador a ingresar a los procesos de obra y ser partícipe de su morfología ideática.
En este punto se culmina el trabajo de Gewölb., ese fragmento de nadie es tomado por la mirada ingenua e ingresado al juego cerrando el circulo y completando la obra.

Espacio y Soporte

El trabajo de Gewölb emplaza en el espacio su caos mental en la medida que diseña desde su personal prisma de observación el sitio a ocupar, gobernando su estructura, su composición, su temperatura lumínica, y la propia vista forzada de los objetos y textos por parte del espectador.
Esta experiencia libertaria - libertinaje sitúa sus trabajos en un entorno distante a los sistemas oficiales especulando desde la gráfica hasta la puesta instalacional con la singularidad de los diferente, lo extraño, la ambigua subjetividad, desconfigurando los espacios, revistiendo las ideas naturales de la postura y los objetos de un velo de lo espontáneo, una impronta genética que exarcerba el hiperbarroquismo y la estridencia multicomunicante, progresión objetual que en un increccendo linda con el atiborramiento linguístico. Una idea o una forma se estiran hasta sucumbir desechos en el lodo, muertas al fin de las cosas.
Cuestiones sobre el trabajo de Nancy Gewölb
1- Qué determina su emplazamiento al espacio, trabajando la instalación y el ambient, exenta de los prejuicios estéticos y formales que definen estas modalidades.
2- Cómo influye su experiencia de vida en la construcción de referentes y puestas en escena de obra.
3- En relación a la intencionalidad de la puesta en escena de la obra, podríamos decir que en su trabajo está presente la idea realizar un ritual de limpieza, de sanación?
Todas mis Intervenciones de Espacio, están hechas para ver a la vez el "alarde interior" y el "espectáculo exterior". Más que hacer un estricto análisis estético (crítico) es un intento de comprensión global de la obra que abarca a un tiempo consideraciones sobre el lenguaje, la estética, la estructura semántica, las correspondencias texto-visualidad, el contexto de mi época, mi interpretación plástica y mi vida.
Formó parte de una generación que probablemente ha contribuido a cambiar el rostro de la plástica nacional actual. Soy a la vez una guionista y una ejecutante, he tenido que ocuparme de cuestiones prácticas y de desarrollar un contacto con el público desde una posición intermedia en la edad y en la función; estamos en un punto en que ya ocurrió cierto decantamiento, en un periodo en el que se debe pedir un poco de reflexión no sólo del espectador sino también del artista.
La preocupación que nos caracterizó frente a la generación precedente era la de un descubrimiento sintáctico, la de una búsqueda formal para establecer un lenguaje plástico seguro, sólido y no sólo ligado a especulaciones.
Hoy sé que quiero erigir la palabra en un espacio de cuatro dobleces y empiezo por los escritos y dibujos que acogen, congelan o coagulan mi pensamiento, que se estira y encoge como los pliegues de un acordeón y a los que miro como acabados e ideales, para después dudar. A través de estos escritos y apuntes me lanzo al encuentro de algo que está más allá de mi aprehensión y que tal vez sea imposible de coger.
Aquí siento que la prodigiosa habilidad del ser humano para lanzar proyectiles transforma estos bocetos abreviados y condensados en: telas flotantes plegadas(1), improntas gráficas de orejas dejadas flotar a la deriva(2), luces que escriben(3), voces que dibujan(4), arenas movedizas que retratan el sonido del nombre(5), manos de yeso hundidas en la arena húmeda(6), línea ígnea que quema la nave de papel(7),o cajas doradas con desechos antológicos en su interior(8).
La finalidad de estas Intervenciones de Espacio no es demostrar o ilustrar algo, sino delimitar territorios, imprimir sensaciones, ser escenario de una frase calcada de mi interior, o crear obras del imaginario que se conviertan en curiosos objetos imantados por mí.
La metáfora se hace realidad, la analogía deviene carne y el plano mental es capaz, en tanto que modalidad extrema de la función simbólica, de soslayar las limitaciones que impiden o dificulta hacer pensable la totalidad, una totalidad de la que sabemos que existe -en lo social y en lo natural- pero de cuya participación los sistemas culturales en que habitamos de ordinario nos excluyen. Y es ahí donde la magia de ayer se confunde con la de ahora y aquí; los portentos que todas las magias habidas y por haber generan, están compuestos por una misma sustancia imaginaria y ambicionan lo mismo; servir para aliviar el profundo sentimiento de insuficiencia comprensiva que la Inteligencia experimenta ante la Vida.

"Mi arte es efímero, no es museable, es un complejo proceso y el valor de los objetos artificializados está en ser consumidos en experiencias comunicativas, siempre de valor simbólico, que terminan cuando la obra se agota; lo que queda es una (s) obra, una imagen, y precisamente lo que no es museable son esas experiencias de lo vivo.
Lo que hago no está inserto en ningún partido estético, pretendo (me da risa), me ahogo frente a mi impotencia y trato de elevar mi obra sin ruido para no asustar a los demonios y finalmente ella (yo) muere por el simple hecho de haber existido."
Nancy Gewólb Mayanz
Fines de Invierno, Valparaíso, Chile

Notas:

1y2 " Entregue la oreja"1993.
3,4 y 5 " Retrate el sonido de su nombre".
6 " Deme una mano" 1992.
7 "Queme sus naves" 2000.
8 "Cita de sobra" 2002.
*Cito citas sin citar fuentes.